lunes, 2 de febrero de 2015

La Paloma, un territorio en disputa

La ciudad de La Paloma se encuentra en la zona sur del departamento de Rocha, en el Cabo de Santa María, una notoria península ubicada sobre la costa atlántica uruguaya.
En esta ciudad balneario se puede apreciar el cruce de muchos de los elementos tratados en la fundamentación.
En el marco de las políticas públicas, el borde costero Platense-Atlántico se constituye en un factor de relevancia en la medida que su consideración como espacio geográfico adquiere importancia estratégica, tanto desde el punto de vista económico-productivo como desde la perspectiva de la vulnerabilidad social.
Esta área conforma una unidad geográfica y física de especial sensibilidad para la población uruguaya en general, sobre todos para los sectores de clases media y alta por su importancia turística y recreativa. La Instrumentación de su uso y los planes reguladores dan señales que trascienden el territorio en cuestión, sobre todo con respecto a la conservación, preservación y protección ambiental.
Estos aspectos caracterizan las disputas que se establecen en el territorio, con una complejidad y visibilidad significativa (a nivel mediático y estratégico-político) con respecto a otras zonas del país, y en el cual intervienen actores con intereses muchas veces contrapuestos (población regularizada, pobladores de asentamientos irregulares, inversores privados, Prefectura, Intendencias, etc.)
Siendo la población permanente de La Paloma de unas 3500 personas aproximadamente, durante la temporada del verano se asiste a un flujo turístico que multiplica ese número a más de treinta mil visitantes. Entre estos hay una marcada presencia de extranjeros, lo cual hace de La Paloma (característica compartida por muchos lugares costeros en el mundo) un espacio dinámico en cuanto al encuentro de subjetividades.
Hacia el interior de la población local, por otra parte, también es posible notar diferencias que evidencian el cruce de trayectorias heterogéneas. Desde algunas grandes mansiones y chalets, zonas de exclusión militar y zona portuaria e industrial, ubicadas en la franja costera, hasta las humildes construcciones de algunos barrios periféricos, donde se observan vestigios de ruralidad en las mismas actividades económicas que predominan (el uso de caballos y la presencia de huertas en las casas son elementos que sobresalen en el paisaje), los habitantes del lugar se distinguen visiblemente, permitiendo desde la primera observación notar fronteras espaciales que se materializan en diferentes estéticas, pero que indudablemente adquieren una manifestación en el plano de los intercambios. Así, adoptando una perspectiva económica, las posibilidades que ofrece el medio en cuanto a estrategias de subsistencia determinan diferenciaciones de la población (pescadores artesanales, dueños de los grandes y pequeños comercios, areneros, profesionales) que parece tener correlato en la distribución del espacio.
En otro sentido, la localidad ha adquirido relevancia en la actualidad pues se encuentra en el centro de los debates en torno a la política económica desarrollada por los últimos gobiernos. Específicamente, en sus inmediaciones tendrá lugar la transformación del puerto, que en la actualidad sirve fundamentalmente para embarcaciones deportivas y pesqueras, en un puerto de aguas profundas cuyo destino será, en principio, facilitar la exportación de la madera producida a gran escala en el interior del país.
A nivel local, el proyecto del puerto ha generado tensiones, tanto por parte de sectores que se apropian del grueso de los ingresos del turismo (se calcula que las cifras ascienden a decenas de millones de dólares) y temen la incompatibilidad de este rubro con la implantación del puerto, como por parte de algunas organizaciones que fundamentan su oposición tanto a nivel político como ambiental.

Para finalizar con una síntesis, los invitamos a conocer un lugar complejo, donde la belleza se expande entre los kilómetros de la franja costera atlántica, las llanuras verdes extendiéndose hacia el norte, la inmensidad del océano, metáfora de lo primordial, del más allá, del encuentro y la despedida, la nocturnidad de los astros en su transparencia, la mera actividad humana, en fin, conflictiva, contradictoria, vital, en su acople cotidiano al cosmos.

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